Trump inicia la guerra comercial: Impacto en México
El presidente Donald Trump justificó la imposición de aranceles a México y Canadá debido a la falta de acción de los gobiernos para detener el tráfico de fentanilo y el flujo de migrantes hacia Estados Unidos. Estas medidas se ampararon bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés), con un aumento del 25% en las importaciones desde México y Canadá, y un 10% adicional para las importaciones desde China.
Ante esta situación, los gobiernos de México y Canadá respondieron de manera diferente. Mientras que México evitó dar detalles sobre sus medidas de represalia, Canadá anunció aranceles del 25% sobre productos estadounidenses por un valor de 155,000 millones de dólares, incluyendo cerveza, bourbon, frutas, vegetales, ropa, zapatos, muebles, y materiales como madera y plástico.
En el caso de México, las repercusiones de estos aranceles podrían ser significativas, considerando que el comercio con Estados Unidos alcanzó los 701,284 millones de dólares en los primeros once meses del año 2024. Las exportaciones mexicanas representan la mayor parte de este intercambio, con 469,603 millones de dólares, lo que coloca a diversas industrias en una situación de vulnerabilidad, como la automotriz, equipos eléctricos, agroalimentos, petróleo y gas.
Se estima que el PIB de México podría caer un 1.5% si las medidas arancelarias de Trump se mantienen durante la mayor parte del año, y el impacto en la inversión podría representar 1.8 puntos porcentuales menos en el crecimiento del PIB. La incertidumbre generada por estos aranceles podría tener consecuencias adicionales en la economía mexicana, afectando la creación de empleo, los salarios reales, y la estabilidad del peso frente al dólar.
A pesar de las posibles represalias y el impacto económico para México, Trump ha afirmado que estos aranceles se mantendrán vigentes hasta que se detenga el tráfico de drogas, especialmente del fentanilo, y la migración ilegal hacia Estados Unidos. La incertidumbre en las negociaciones comerciales entre los países continúa, y el futuro del T-MEC se ve amenazado por estas medidas arancelarias.