No solo es por Lucerito Mijares, es por todas las personas con TCA: Un llamado a la conciencia en la sociedad mexicana
El caso de Lucerito Mijares ha desatado una polémica sobre el acoso y la violencia en torno a los cuerpos de las personas, especialmente en el ámbito público. Las burlas y comentarios negativos hacia su figura han generado un debate sobre el consentimiento social para opinar sobre la apariencia física de los demás.
Shandal Jasso, activista y presidenta de Alicia Asociación por la Liberación Corporal y Alimentaria para Iberoamérica, ha destacado la importancia de combatir la gordofobia y los estereotipos negativos asociados al peso. Según Jasso, el estigma de peso puede llevar a la exclusión social, burlas, insultos y barreras que afectan la salud mental y física de las personas.
Además, Jasso señala que los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos graves que afectan la relación de las personas con la alimentación y la imagen corporal. Estos trastornos pueden desencadenar enfermedades físicas y, en casos extremos, provocar la muerte.
En México, se estima que al menos el 25% de los adolescentes padecen algún tipo de TCA, pero solo el 10% recibe tratamiento. La falta de capacitación en hospitales públicos y los altos costos de las clínicas especializadas dificultan el acceso a la atención para quienes sufren de estos trastornos.
Es fundamental combatir la gordofobia y promover la aceptación de la diversidad de cuerpos para prevenir la violencia y el acoso basados en la apariencia física. La salud mental y física de las personas debe ser prioridad, y es responsabilidad de la sociedad en su conjunto promover un ambiente de respeto y aceptación hacia todos los cuerpos.