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México se une a Estados Unidos en la guerra comercial contra China

México en sintonía con EU

Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Facultad de Economía de la UNAM, menciona a Expansión que algunas medidas se alinean con las implementadas por Estados Unidos, especialmente en cuanto a los aranceles.

El 17 de abril, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, anunció que aumentaría los aranceles sobre el acero y el aluminio provenientes de China, y poco después, México publicó un decreto de aranceles a 544 fracciones, incluyendo estos productos.

“No hubo un diagnóstico, análisis, ni siquiera una discusión al respecto en México y casualmente ocurrió cinco o seis días después de que Biden anunciara que Estados Unidos aumentaría significativamente los aranceles sobre estos mismos productos. ¿Fue coincidencia? Yo no creo en las coincidencias”, señala el experto en las relaciones México-China.

Hace un mes, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, instó a revisar el comercio con China, en un contexto en el que las importaciones de México desde ese país han crecido considerablemente.

China representa el 20% de las importaciones de México, mientras que Estados Unidos supera el 40%.

“El secretario de Hacienda anuncia: ‘¡Ojo, tenemos problemas con China! Si sustituimos importaciones de China, el Producto Interno Bruto de México podría aumentar’. Yo diría, bueno, entonces el principal importador de México es Estados Unidos. Pues vamos a sustituir importaciones de Estados Unidos, pero no, eso no se dice”, comenta Dussel.

Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero Base, coincide en que existen señales y una percepción de que México comienza a poner obstáculos a China, pero no está mal que proteja sus intereses.

“Como en cualquier guerra, hay que elegir quién es nuestro aliado. Y hasta ahora, el comercio con Estados Unidos es mucho mayor, el 80% de las exportaciones de México van hacia ese país, al igual que la mayor cantidad de inversión extranjera directa”, señala.

México debe actuar con cautela

Siller menciona que México no tiene por qué cerrarse al comercio con China, simplemente debe asegurarse de que las compras desde el país asiático se queden en México y no se triangulen para ingresar a Estados Unidos.

Según la especialista, lo peor que podría ocurrir es que en la revisión del T-MEC hacia 2026 se intente imponer a México cómo manejar su relación con China, lo cual sería un ataque a su soberanía. Por ello, el país debe definir su estrategia sobre cómo abordar al gigante asiático.

Enrique Dussel considera que limitar el comercio con China pone en riesgo a las empresas estadounidenses, mexicanas y de otros países en México, ya que China es el principal proveedor de componentes para la industria automotriz y no estamos listos para sustituir todas esas importaciones.

“Hace 20 años que China se ha consolidado como un importante exportador a México en sectores específicos, donde México ha sustituido importaciones que históricamente eran estadounidenses”, destaca.

El coordinador del Cechimex señala que el panorama de la relación México-China es altamente incierto, ya que depende de las decisiones que tome Estados Unidos.

“Quieren regresar al ‘Make America Great Again’, a 1960 y 1970, cuando China no era una potencia económica. ¡Eso es imposible!”, afirma.

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