México cierra el año 2024 con el mayor déficit presupuestario de la historia
El déficit del Sector Público Registrado al cierre de 2024 alcanzó un histórico 5.7% del Producto Interno Bruto (PIB), según las cifras reveladas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Este porcentaje representa el nivel más alto desde 2008, superando los registros anteriores de 4.4% del PIB en 2014 y 4.3% del PIB en 2022.
Las proyecciones iniciales de Hacienda para 2024, presentadas en abril de 2023, estimaban un déficit del 3.2% del PIB, lo cual se ha visto ampliamente superado. Posteriormente, en septiembre de 2023, se anticipaba una reducción del déficit a 2.7% del PIB en 2025; sin embargo, las estimaciones más recientes, incluidas en los Criterios Económicos 2025, apuntan a un cierre de 5.9% del PIB en 2024, descendiendo a 3.9% del PIB en 2025.
Especialistas en finanzas públicas señalan que el aumento del déficit se debe principalmente a la baja recaudación de ingresos petroleros y al incremento del gasto presupuestario, financiado en parte con deuda, para concluir proyectos emblemáticos de la administración anterior en 2024, encabezada por Andrés Manuel López Obrador.
El subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Edgar Amador Zamora, subrayó la importancia de la elasticidad entre el crecimiento económico y la recaudación de impuestos, destacando la necesidad de monitorear de cerca los riesgos que puedan surgir por posibles variaciones en la economía. Asimismo, aseguró que la incertidumbre actual es temporal y confía en la recuperación del crecimiento una vez se aclaren ciertos aspectos normativos.
Para hacer frente a posibles desviaciones en los cálculos, Hacienda cuenta con estrategias como los fondos FEIP y FEIEF, destinados a la estabilización de los ingresos federales y de las entidades federativas, respectivamente. Estos mecanismos de protección financiera buscan garantizar la solidez de las finanzas públicas frente a escenarios adversos.
En resumen, el déficit del Sector Público Registrado al cierre de 2024 refleja la complejidad de la situación económica actual, con retos y oportunidades que demandan una gestión prudente y estratégica por parte de las autoridades financieras para asegurar la estabilidad y el desarrollo sostenible del país.