Maximizando la relación comercial entre México y Estados Unidos: Estrategias para sacarle provecho
El crecimiento de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos ha experimentado un impulso en los últimos años, gracias a factores como la guerra comercial contra China, la implementación del T-MEC y la tendencia de relocalización de empresas hacia México, conocida como “nearshoring”.
Según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, en los primeros nueve meses de 2024, México ha logrado alcanzar una participación del 15.7% en el mercado de importaciones de su vecino del norte. Este crecimiento ha sido progresivo, ya que en 2018 la participación mexicana era del 13.6%, aumentando a 14.3% en 2019. A pesar de la caída del 2020 debido a la pandemia, México recuperó terreno en 2022 y logró desplazar a China como el principal vendedor a Estados Unidos en 2023, con una participación del 15.4%.
A pesar de estos logros, expertos señalan que México debe aprovechar al máximo su cercanía geográfica con Estados Unidos para seguir creciendo sus exportaciones. Aunque México ha crecido un 2.1% en participación, Vietnam ha crecido un 2.2%, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad de México para mantener su posición como principal socio comercial de Estados Unidos.
La Secretaría de Economía ha identificado seis sectores en los que México podría beneficiarse si China continúa perdiendo terreno en el mercado estadounidense, como la manufactura de semiconductores, equipos electrónicos y muebles para el hogar. Sin embargo, el panorama futuro está condicionado por la política comercial que decida implementar el presidente electo Donald Trump, quien ha amenazado con imponer aranceles a México y China.
A pesar de los desafíos, México tiene la oportunidad de seguir ampliando su presencia en el mercado estadounidense si logra diversificar sus exportaciones, agregar valor a sus productos y sustituir importaciones chinas con insumos nacionales. El camino hacia un mayor crecimiento exportador requerirá no solo estrategias a nivel federal, sino también capacidades estatales y claridad en las reglas del juego.
En un escenario más proteccionista, México deberá estar preparado para enfrentar posibles represalias comerciales y adaptarse a un nuevo entorno económico. Sin embargo, si México logra hacer las cosas bien, podrá aprovechar las oportunidades que se presenten en el mercado internacional y seguir fortaleciendo su posición como socio comercial clave de Estados Unidos.