Los limoneros valientes de Apatzingán: resistiendo la extorsión del crimen organizado
El Valle de Apatzingán se encuentra en crisis debido al incremento en la “cuota” impuesta por el crimen organizado a los productores y empacadores de limón en la región. Esta situación ha provocado una parálisis en el sector productivo, con productores, cortadores y empacadores anunciando un paro laboral en respuesta a las extorsiones de grupos delictivos, especialmente el cártel de “Los Viagras”.
Los productores han denunciado que anteriormente se les exigía dos pesos por cada kilo de limón, pero ahora la cifra ha aumentado a cuatro pesos, lo cual ha llevado a muchos a preferir quemar sus productos en lugar de ceder a las demandas ilegales. Este aumento en la extorsión ha dejado a la industria limonera de Apatzingán en una situación crítica, con trabajadores sin poder laborar y enfrentando dificultades económicas.
El impacto de este paro laboral se ha extendido a toda la economía de Apatzingán, ya que el 70% del recurso en el municipio proviene de la industria citrícola. Maricruz Hernández, vendedora de pan y café en la zona, ha visto cómo sus ventas se han desplomado debido a la falta de actividad de los cortadores de limón. La situación es especialmente preocupante para aquellos que dependen de su trabajo diario para poder subsistir y cubrir las necesidades básicas de sus familias.
A pesar de la grave situación, la Secretaría de Gobierno ha emitido un comunicado desmintiendo la existencia de una supuesta unión de productores y empacadores de limón que habría declarado el paro laboral. Se ha destacado la presencia de la Guardia Nacional y la Guardia Civil en la zona, en un intento por mantener la seguridad y evitar mayores conflictos.
En medio de esta crisis, es evidente la necesidad de una intervención urgente por parte de las autoridades para restablecer la tranquilidad en el Valle de Apatzingán y permitir que los trabajadores puedan continuar con sus labores sin temor a represalias del crimen organizado. La estabilidad de la industria limonera y la economía local dependen de acciones concretas para combatir la extorsión y garantizar un ambiente seguro para todos los involucrados en este importante sector productivo.
