La inversión extranjera en países en desarrollo cae a niveles mínimos desde 2005

La inversión extranjera directa (IED) en los países en desarrollo experimentó una disminución en 2023, alcanzando un total de 435,000 millones de dólares, lo que representa aproximadamente el 2.3% de su Producto Interno Bruto (PIB) en promedio. Esta cifra marcó un descenso significativo en comparación con el máximo observado en 2008.
La IED se define como la inversión productiva en un país proveniente de origen extranjero. Sin embargo, a pesar de su importancia para el crecimiento económico, los países han firmado cada vez menos tratados destinados a fomentar la llegada de esta inversión. Entre 2010 y 2024, solo entraron en vigor 380 tratados de inversión, menos de la mitad de los observados entre 2000 y 2009, según un informe reciente.
El informe destaca que dos tercios de la IED se concentraron en las economías emergentes más grandes, siendo China, India y Brasil responsables de la mitad de toda la inversión extranjera directa en países emergentes y en desarrollo durante el período analizado. Por el contrario, los 26 países más pobres recibieron menos del 2% de la IED en el mismo lapso de tiempo.
El economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gill, señaló que la inversión privada impulsa el crecimiento económico y que la IED suele ser la forma más productiva de inversión privada. Sin embargo, lamentó que en los últimos años algunos gobiernos hayan impuesto barreras a la inversión y al comercio en lugar de fomentarlos.
El Banco Mundial recalca la importancia de la IED para el crecimiento económico, ya que un aumento del 10% en esta inversión genera un incremento promedio de 0.3 puntos porcentuales en el PIB, según datos observados en más de 70 países entre 1995 y 2019. Es fundamental que los países en desarrollo promuevan un ambiente favorable para la llegada de inversión extranjera directa a fin de impulsar su desarrollo económico y social.