El avance lento del Nearshoring en México: la industria manufacturera necesita crecer el doble, según S&P
La siguiente etapa del nearshoring en México presenta desafíos, según S&P
La calificadora S&P ha señalado que la próxima etapa del nearshoring en México será más “difícil”, ya que implicará la atracción de más fabricantes extranjeros al país. A pesar de que los datos de la Inversión Extranjera Directa (IED) muestran un incremento en el número de empresas manufactureras que se han relocalizado en México, este crecimiento ha sido relativamente pequeño.
De acuerdo con S&P, la mayor parte de la IED proviene de empresas que ya tenían operaciones en el país, a través de la reinversión de sus ganancias. Para atraer a más empresas extranjeras, México deberá contar con un suministro adecuado de energía limpia, agua y mano de obra para satisfacer las crecientes demandas de producción, así como garantizar la seguridad y mantener una política comercial estable.
La calificadora prevé que el sector energético en México seguirá altamente centralizado, con una participación limitada del sector privado. En cuanto al suministro de agua, se proyecta que hasta 20 de los 32 estados del país enfrentarán una alta exposición al estrés hídrico en los próximos años.
En términos de capital humano, el sector manufacturero ya emplea a más del 16% de la fuerza laboral total en México. Sin embargo, las empresas señalan dificultades para cubrir sus necesidades de mano de obra más especializada. En cuanto a la seguridad, la tasa de criminalidad en México sigue siendo alta, lo que afecta la actividad empresarial.
Por último, en lo que respecta a la política industrial, no se espera un cambio significativo en los sólidos vínculos comerciales entre Estados Unidos y México. Sin embargo, existe cierta incertidumbre sobre posibles cambios en la política comercial después de las elecciones en Estados Unidos el 2 de noviembre. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se revisará en 2026.
En resumen, la siguiente etapa del nearshoring en México presenta retos en términos de energía, agua, mano de obra, seguridad y política comercial, pero se espera que el país continúe atrayendo inversiones extranjeras en el sector manufacturero.