El aumento de precios en los alimentos básicos del PACIC supera la inflación
El gobierno mexicano enfrenta desafíos en la lucha contra la inflación y la búsqueda de la estabilidad económica. Expertos en política económica han señalado la importancia de una mayor coordinación entre la política fiscal y monetaria para controlar la inflación, que es un fenómeno monetario.
Según el académico de la UP, el alto déficit fiscal del 6% del PIB representa un obstáculo para la reducción de los precios, ya que obliga al gobierno a subir las tasas de interés para atraer inversiones. La falta de racionalización en los gastos gubernamentales genera incertidumbre en el mercado, lo que dificulta la bajada de las tasas de interés.
Además, la supervisión de precios por parte de la Profeco ha sido criticada por no ser efectiva en la identificación de los factores que influyen en la formación de precios. La falta de acción por parte del gobierno en este sentido ha generado críticas y cuestionamientos sobre la eficacia de las políticas públicas en materia económica.
En este contexto, la propuesta de reducir en un 10% el precio de la tortilla, presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, enfrenta desafíos debido a la complejidad de la cadena de producción de este alimento. El costo del maíz representa solo el 25% del precio final de la tortilla, mientras que el resto se distribuye entre otros insumos y costos laborales.
Para lograr la reducción del precio de la tortilla, se requiere una revisión integral de la estructura de costos de los productores, así como la implementación de subsidios y créditos baratos para modernizar las plantas de producción. La Secretaría de Economía debe jugar un papel clave en la facilitación de recursos y apoyos para mejorar la eficiencia de la cadena de producción y hacerla más rentable.
En conclusión, la estabilidad económica en México requiere de acciones coordinadas entre el gobierno, el sector privado y la sociedad en general. La reducción de la inflación y de los precios de productos básicos como la tortilla representa un desafío que demanda políticas públicas efectivas y un compromiso real con el bienestar de la población.