Contratos con Airbnb, crisis del agua y detención de manifestantes: La gentrificación al descubierto en Oaxaca en el 2024
La comunidad de Oaxaca se ha levantado en protesta por primera vez para denunciar los efectos negativos de la gentrificación, el aumento de los precios de alquiler y los cambios en su entorno urbano que benefician a los extranjeros. En un acto de hartazgo, los manifestantes marcharon desde el centro histórico, causando destrozos y visibilizando su lucha.
Durante la protesta, los manifestantes lanzaron piedras y martillos contra edificios que han reemplazado lugares históricos, rompiendo cristales y derribando puertas de franquicias y zonas comerciales. Estos actos buscan denunciar cómo esta transformación ha socavado sus actividades y estilo de vida.
La palabra “gentrificación” resaltó en los carteles y quedó grabada en las pintadas que dejaron los inconformes en las paredes. También se podía leer frases como “migrantes sí, gringos no” o “Oaxaca no es mercancía”.
La construcción de proyectos inmobiliarios y los contratos de Airbnb han encarecido la vida en Oaxaca desde el inicio de la pandemia de Covid-19. Estos proyectos buscan atraer turismo y brindar alojamiento a los “nómadas digitales”, pero han generado un aumento en los precios de alquiler. Los habitantes denuncian que estos cambios han eliminado sus costumbres y han dificultado el acceso a servicios y actividades básicas como ir a un café, visitar un museo o comprar productos de primera necesidad.
Estos cambios radicales han obligado a grupos vulnerables, como madres solteras, personas de la tercera edad y jóvenes, a cambiar de residencia debido a la imposibilidad de costear el nuevo estilo de vida. El desplazamiento forzado y la gentrificación han afectado no solo a la Ciudad de México, sino también a otros estados de la República, como Oaxaca.
Además de la gentrificación, la crisis del agua también se suma a las protestas. Los pobladores del municipio de Jajatla denuncian una limitación en el abastecimiento de agua debido a la sobreexplotación de este recurso por parte de las cadenas hoteleras. Los cambios en las políticas que “fomentan el turismo” han invadido las zonas habitacionales y han impuesto restricciones en el uso de recursos y espacio público.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha informado que no cuentan con suficiente abastecimiento de agua potable debido al crecimiento demográfico de la ciudad de Oaxaca y la zona conurbada. Esta situación ha generado un déficit de 800 litros por segundo, afectando la vida cotidiana de la población.
En respuesta a la protesta, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) detuvo a seis activistas acusados de alterar el orden y agredir a propietarios de negocios. Sin embargo, esta acción generó una nueva manifestación debido a las denuncias de violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades.
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, condenó los actos de protesta y los comparó con la lucha racista de Adolf Hitler. Jara Cruz señaló que la marcha busca fomentar el odio contra turistas y extranjeros, descalificando así las demandas de los manifestantes. Sin embargo, no presentó ninguna acción concreta para frenar la gentrificación y el desplazamiento forzado que la población denuncia.
La protesta en Oaxaca ha dejado claro que la gentrificación y el aumento de precios en rentas están afectando negativamente a la comunidad. Los manifestantes exigen soluciones concretas a las autoridades para frenar este fenómeno y proteger su estilo de vida y sus derechos. Es necesario que el gobierno tome medidas para garantizar que todos los ciudadanos puedan acceder a una vivienda digna y a los servicios básicos.