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¿Cómo impactará el nuevo impuesto a remesas de Trump en los migrantes? Estrategias de adaptación en marcha

El impacto del nuevo impuesto a las remesas en México

El reciente anuncio de un impuesto del 1% a las remesas enviadas a México ha generado diversas reacciones y preocupaciones entre la población migrante y los expertos en economía. Inicialmente propuesto como un gravamen del 5%, luego reducido al 3.5% y finalmente establecido en un 1%, este impuesto se aplicará únicamente a los métodos tradicionales de envío de dinero, excluyendo las transferencias electrónicas.

Según analistas económicos, el impacto de esta medida será mínimo, debido al predominio de las transferencias electrónicas en el envío de remesas. De acuerdo con datos del Banco de México, en mayo de 2025 tan solo el 0.7% de las remesas se enviaron en efectivo y especie, y el 0.2% por métodos tradicionales, lo que significa que más del 99% de los recursos no se verán afectados por el nuevo impuesto.

Janneth Quiroz, directora de análisis económico de Monex, señaló que la mayoría de las personas simplemente cambiarán de método de envío para adaptarse a la nueva regulación. Asimismo, Alejandro Saldaña, economista en jefe de Banco Ve por Más, coincidió en que el efecto directo del impuesto será limitado, aunque advirtió sobre posibles distorsiones temporales debido al temor al gravamen.

Las remesas son una fuente crucial de ingresos para millones de hogares mexicanos, representando el 11.3% de los hogares receptores en 2024. En términos macroeconómicos, las remesas equivalen al 3.5% del PIB y al 5% del consumo privado total, financiando hasta el 44% del gasto de consumo de los hogares beneficiarios.

A pesar de las preocupaciones generadas por el nuevo impuesto, los datos indican que la disminución reciente en el envío de remesas se debe más al contexto económico de Estados Unidos que a la legislación fiscal. Expertos coinciden en que la tendencia a la baja en el envío de remesas está relacionada con factores como el enfriamiento económico en EE. UU. y el temor a la deportación, más que al impuesto recientemente implementado en México.

En este sentido, el impuesto a las remesas se percibe más como un símbolo que como una medida efectiva para recaudar fondos. Además, el diseño del impuesto fomenta el uso de canales digitales y ha motivado al gobierno a implementar medidas compensatorias, como el reembolso del 1% del impuesto a través de la tarjeta de Financiera para el Bienestar (Finabien), con el objetivo de masificar el uso de transferencias electrónicas y proteger el ingreso de los hogares receptores de remesas en México.

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