Advertencia de analistas: La inflación no subyacente podría afectar a la subyacente
La inflación no subyacente en México se disparó a un preocupante 10.64% a tasa anual, según datos recientes del Inegi, siendo impulsada principalmente por el aumento en los precios de las frutas y verduras (25%), productos agropecuarios (14.33%) y los energéticos (9.16%).
La disminución en la producción agrícola nacional durante el primer semestre del año, con una caída del 5% respecto al mismo periodo del año anterior, ha generado un incremento significativo en los precios de frutas y verduras. Este fenómeno, causado por factores climáticos como sequías y fuertes lluvias, escapa al control de la política monetaria.
Expertos económicos advierten que el aumento en la inflación no subyacente puede tener efectos secundarios en otros sectores, contaminando el componente subyacente y afectando las expectativas de inflación a mediano y largo plazo. Además, se prevé que esta tendencia se mantenga durante varios meses, rompiendo los paradigmas actuales sobre inflación y política monetaria.
A pesar de este panorama desafiante, hay ciertas señales positivas en el sector de servicios, que muestran una desaceleración económica. Sin embargo, las presiones salariales y la mano de obra como principal insumo en este sector podrían limitar futuras reducciones en la inflación.
Por otro lado, la inflación en mercancías ha ido disminuyendo debido a factores internos, como la dilución de choques pasados como la pandemia y la guerra en Ucrania. Aunque el Banco de México inicialmente consideró la inflación como un fenómeno transitorio, ha modificado sus estimaciones de convergencia a la meta del 3% en el INPC, proyectando ahora alcanzarla en el cuarto trimestre de 2025.
En resumen, la inflación no subyacente en México presenta un desafío importante para la economía, con efectos potenciales en diversos sectores y en las expectativas de inflación a largo plazo. Expertos y autoridades económicas deberán estar alerta y tomar medidas para mitigar los impactos negativos en la economía mexicana.