China sorprende a todos con recorte inesperado de tasas de interés
China recorta tasas de interés para contrarrestar crisis económica
El país se encuentra al borde de la deflación y enfrenta una prolongada crisis inmobiliaria, un aumento de la deuda y una débil confianza de los consumidores y las empresas. Las tensiones comerciales también se están recrudeciendo, ya que los líderes mundiales desconfían cada vez más del dominio exportador de China.
“El recorte de hoy es un movimiento inesperado, probablemente debido a la brusca ralentización del crecimiento en el segundo trimestre, así como al llamado a ‘alcanzar el objetivo de crecimiento de este año’ en el tercer pleno”, dijo Larry Hu, economista jefe para China de Macquarie.
El Banco Popular de China anunció el lunes que reduciría el tipo de interés de las operaciones de repo inverso a siete días al 1.7% desde el 1.8%, y también mejorarían el mecanismo de las operaciones de mercado abierto.
Minutos después, China recortó los tipos de interés de los préstamos de referencia por el mismo margen en la fijación mensual. El tipo de interés preferencial para préstamos a un año se redujo a 3.35% desde el 3.45% anterior, mientras que el tipo preferencial a cinco años se redujo a 3.85% desde el 3.95%.
Ju Wang, responsable de estrategia de tipos y divisas para la Gran China de BNP Paribas, afirmó que las crecientes expectativas de que la Reserva Federal (Fed) empiece a recortar los tipos de interés también dan margen al banco central chino para relajar su política, dada la presión a la que se ha visto sometido el yuan debido a la amplia diferencia de rentabilidad con el dólar.
La agencia oficial de noticias Xinhua citó fuentes anónimas cercanas al Banco Popular de China que afirmaban que el “decisivo” recorte de tipos mostraba su determinación de impulsar la recuperación y respondía a los objetivos del pleno de alcanzar el objetivo de crecimiento de este año.
El banco central también hizo ajustes en su programa de préstamos, diciendo que los requisitos de garantía para sus préstamos a medio plazo se reducirán a partir de julio.
Según los analistas, esto significa que los bancos tendrán que mantener menos bonos a largo plazo como garantía y podrán vender o negociar más, lo que ayudará al banco central en su misión de poner un suelo a los rendimientos a largo plazo, frenar la burbuja de los bonos y conseguir una curva de rendimientos más pronunciada.