La UE aumenta aranceles sobre 18,000 millones de dólares en productos chinos: impacto en México
El gobierno de Estados Unidos ha anunciado un aumento en los aranceles de los semiconductores, pasando del 25% al 50% para el año 2025, con el objetivo de presionar a China para que elimine sus prácticas comerciales consideradas desleales en cuanto a transferencia de tecnología, propiedad intelectual e innovación.
Esta decisión se da en el marco de la revisión de los aranceles impuestos durante la guerra comercial entre Washington y Beijing, en la que el expresidente Trump estableció aranceles sobre bienes chinos por un valor de unos 300,000 millones de dólares. Ante esta medida, el gobierno chino ha criticado la decisión, señalando que afectará la cooperación bilateral y pidiendo a Estados Unidos que rectifique y cancele las medidas arancelarias adicionales.
La administración de Biden, al llegar al poder, anunció que revisaría los aranceles para determinar su continuidad. Sin embargo, se ha confirmado que se mantienen y se suman 18,000 millones de dólares adicionales. Además del sector de semiconductores, se ha triplicado la tasa arancelaria sobre productos de acero y aluminio, así como sobre baterías y piezas de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos.
Otro aspecto a destacar es el aumento de aranceles sobre el grafito natural, minerales críticos y células solares. Algunos de estos incrementos entrarán en vigor más adelante para permitir una transición y aumentar la producción nacional en estos sectores estratégicos. Washington acusa a Beijing de apoyar excesivamente a sus industrias, lo que provoca una sobreproducción que afecta la competitividad de otras industrias a nivel mundial.
Estas medidas, consideradas “simbólicas” por algunos analistas, generan preocupación en la Unión Europea y otros países como Turquía, Brasil e India. La administración Biden ha anunciado inversiones masivas en áreas como la fabricación y la investigación de semiconductores, así como en proyectos de energías renovables.
En medio de tensiones comerciales y disputas por la hegemonía tecnológica, la relación entre Estados Unidos y China sigue siendo un tema central en la agenda internacional, con repercusiones en la economía global y en la competitividad de diferentes sectores industriales.
