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Perspectivas económicas para 2024: La inflación disminuirá, pero hay muchas preocupaciones pendientes

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, ha señalado que se esperan recortes en las tasas de interés por parte de los bancos centrales de las principales economías avanzadas en la segunda mitad del año. Estas medidas podrían variar en ritmo y calendario, según lo expresado durante un acto organizado por el centro de estudios Atlantic Council.

En este sentido, Georgieva hizo hincapié en la importancia de que los bancos centrales mantengan su independencia en este momento crucial. Instó a los responsables monetarios a resistirse a las presiones de recortar las tasas prematuramente, ya que esto podría desencadenar sorpresas inflacionarias y, en última instancia, requerir un endurecimiento monetario adicional.

La directora del FMI también señaló que el crecimiento global se verá impulsado por la sólida actividad económica en Estados Unidos y en varias economías emergentes. Sin embargo, advirtió que aún existen preocupaciones en el panorama económico mundial, especialmente en medio de crecientes tensiones geopolíticas que aumentan los riesgos de fragmentación.

Bajo el término “Tibios ‘20”, Georgieva destacó que la actividad económica a nivel global ha sido débil en comparación con estándares históricos, y que las perspectivas de crecimiento se han desacelerado desde la crisis financiera de 2008-2009. La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto significativo, con una pérdida de producción mundial de 3.3 billones de dólares, afectando principalmente a los países más vulnerables.

En cuanto a las economías avanzadas, Estados Unidos ha experimentado un repunte más fuerte, impulsado por un aumento en el crecimiento de la productividad. Por otro lado, la recuperación en la zona euro ha sido más gradual, debido a factores como los altos precios de la energía y un menor crecimiento de la productividad.

En resumen, Georgieva resaltó la importancia de mantener la estabilidad y la independencia de los bancos centrales en un contexto económico global cada vez más desafiante. La incertidumbre y las tensiones actuales requieren una gestión cuidadosa por parte de las autoridades monetarias para garantizar un crecimiento sostenible y equilibrado a nivel mundial.

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