La crisis hídrica afecta a las instituciones públicas en México
La Ciudad de México enfrenta una crisis hídrica sin precedentes, con el año 2023 siendo el más seco registrado desde 1941. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el déficit de lluvia supera el 20% del promedio histórico entre 1941 y 2020. Esta situación ha llevado a una sobreexplotación de los recursos hídricos, con la extracción de agua de los pozos en la CDMX siendo 2.5 veces mayor que la recarga natural.
Además del cambio climático, las grandes fugas de agua debido a tuberías obsoletas contribuyen a la crisis. Según Agua en México, el 45% de la población del Valle de México no paga el servicio de agua, lo que agrava la situación. El presidente de la organización señaló la necesidad de reducir las fugas, combatir las tomas clandestinas y mejorar la gestión del agua en el país.
Para enfrentar esta crisis, se hace necesario invertir en infraestructura hídrica, modernizar el sistema de drenaje y mejorar la captación y tratamiento del agua pluvial. Sin embargo, las cifras actuales son alarmantes: una de cada tres personas en México no tiene acceso a agua, drenaje y saneamiento, y el 60% de las fuentes de agua potable están contaminadas.
En medio de la campaña electoral rumbo a las elecciones generales del 2 de junio, se han levantado alertas sobre la posible llegada del “día cero”, en el que la Ciudad de México podría quedarse sin agua. A pesar de ello, las autoridades niegan esta posibilidad y se mantienen en la búsqueda de soluciones a corto y largo plazo para garantizar el acceso al vital líquido para todos los habitantes de la capital mexicana.