Renta corta en CDMX: desafíos fiscales y regulatorios bajo la Ley de Turismo
Por lo tanto, la falta de datos precisos sobre la contribución de plataformas como Airbnb dificulta la evaluación del impacto real en la recaudación fiscal. Esto plantea un desafío para las autoridades, ya que sin información detallada es difícil diseñar políticas efectivas para garantizar una justa tributación en el sector de alojamiento temporal.
En resumen, la incertidumbre regulatoria en torno a las rentas de corta estancia en la Ciudad de México plantea desafíos tanto para los propietarios de inmuebles como para las autoridades fiscales. La falta de claridad en los padrones, las contradicciones normativas y la ausencia de datos precisos sobre la contribución fiscal de las plataformas tecnológicas dificultan la toma de decisiones informadas y la implementación de políticas efectivas.
Es crucial abordar estos desafíos de manera integral, considerando tanto los aspectos fiscales como los impactos sociales y económicos de la regulación en el sector de alojamiento temporal. Solo a través de un enfoque equilibrado y basado en datos sólidos se podrá garantizar una justa tributación, promover el acceso a la vivienda y fomentar un desarrollo urbano sostenible en la capital mexicana.
En el ámbito de los alojamientos no hoteleros, se ha señalado que están sujetos a una tasa más alta del 5% de Impuesto Sobre Hospedaje (ISH), sin embargo, no se dispone de cifras oficiales desagregadas sobre el monto exacto recaudado en este segmento.
Ante la proximidad del Mundial 2026, donde la Ciudad de México será una de las sedes principales, se plantea la posibilidad de establecer incentivos fiscales. El experto López de Silanes destaca que justificar un régimen de excepción temporal en términos recaudatorios sería complicado, ya que solo procede en casos de seguridad nacional o interés público. Asimismo, señala que la reforma no es plenamente exigible hasta que se activen los padrones de anfitriones y plataformas, aunque ciertos topes como el 50% anual podrían aplicarse de inmediato.
Por otro lado, Emilio Sánchez advierte que flexibilizar las reglas únicamente por el evento podría tener repercusiones negativas. Señala que estos incentivos temporales podrían agravar la crisis de vivienda si no se diseñan con criterios de justicia fiscal y redistribución.
En este sentido, es importante considerar con detenimiento cualquier medida fiscal especial que se implemente con motivo del Mundial 2026, asegurando que no genere desequilibrios en el mercado y que contribuya de manera efectiva al desarrollo económico y social.
