Cinco años de tensiones y riesgos: el futuro incierto del T-MEC entre México, EU y Canadá
El T-MEC enfrenta turbulencias: México bajo la lupa de EE. UU. y Canadá
México se encuentra en medio de una tormenta política, con Estados Unidos y Canadá observando con desconfianza el sistema financiero mexicano. Autoridades estadounidenses han detectado flujos ilícitos en bancos locales, con presuntos nexos con el narcotráfico. La fiscal general Pam Bondi colocó al país en la lista de “enemigos de la nación”, lo que podría significar la suspensión de acuerdos o la imposición de restricciones.
Las tensiones con Canadá tampoco cesan. El presidente Trump ha tenido roces con Ottawa por temas como el impuesto a los servicios digitales, la política agrícola y la importación de autos eléctricos. A pesar de esto, Canadá cedió recientemente al dar marcha atrás al impuesto digital, con el objetivo de retomar conversaciones y cerrar un acuerdo antes del 21 de julio.
El entorno económico también refleja el deterioro. Según Banxico, la oleada arancelaria está dañando la confianza de los mercados, deprimiendo las exportaciones y desacelerando la industria mexicana. El empleo se enfría y el tipo de cambio refleja la inquietud en el país.
Trump ha impuesto aranceles a varios productos, enviando un claro mensaje de que aquellos que no se alineen con el T-MEC pagarán un alto precio. Además, ha insinuado en varias ocasiones la posibilidad de una ruptura del tratado, argumentando que favorece más a México y Canadá que a Estados Unidos.
México está luchando por mantener su ventaja en este escenario complicado. Desde la Secretaría de Economía se ha destacado la importancia de ofrecer ventajas concretas para competir, como la cercanía geográfica, el cumplimiento normativo y las exportaciones más baratas que las de otros países.
A pesar de la incertidumbre, el T-MEC ha impulsado las exportaciones entre los tres países y ha generado crecimiento económico. Sin embargo, existen desafíos por delante, como las reglas de origen en el sector automotriz, la política energética mexicana y las disposiciones laborales.
En octubre iniciarán las conversaciones para una revisión programada del T-MEC en 2026, pero el éxito de estas negociaciones dependerá del clima político en Washington. En medio de estas incertidumbres, el futuro del T-MEC en México se mantiene en un camino incierto.


