Republicanos presentan plan de impuestos y gastos de Trump
El Senado de Estados Unidos se encuentra en un momento crucial con respecto a la aprobación de la ley titulada One Big Beautiful Bill Act, impulsada por el expresidente Donald Trump. Analistas no partidistas estiman que esta versión aprobada por la Cámara de Representantes añadiría unos 3 billones de dólares a la ya abultada deuda pública nacional de 36.2 billones de dólares.
Trump ha estado presionando para que el Congreso apruebe este proyecto de ley antes de la festividad del 4 de julio, Día de la Independencia. La Casa Blanca ha argumentado que la legislación reduciría el déficit anual en 1.4 billones de dólares, lo que ha generado un intenso debate entre republicanos y demócratas en el Senado.
La aprobación de esta ley podría desencadenar un extenso proceso legislativo que se extendería hasta el domingo, con la presentación de enmiendas por parte de los demócratas que probablemente no serán aprobadas en una cámara controlada por los republicanos por un estrecho margen.
Uno de los puntos más controversiales de la propuesta es el recorte del programa de seguro de salud Medicaid para los estadounidenses de bajos ingresos, lo cual ha generado resistencia entre los republicanos de estados con grandes poblaciones rurales. Sin embargo, la nueva legislación contempla ciertos ajustes para apoyar a los proveedores rurales de Medicaid en los próximos años.
Además, se plantean cambios en las deducciones federales por impuestos estatales y locales, lo cual ha generado preocupación entre los republicanos de estados costeros como Nueva York, Nueva Jersey y California, quienes influyen significativamente en la estrecha mayoría del partido en la Cámara.
Los demócratas han manifestado su oposición al proyecto de ley, argumentando que perjudica a los estadounidenses de bajos y medios ingresos para beneficiar a los más ricos. Se espera que presenten enmiendas destinadas a revertir los recortes de gasto republicanos en programas de asistencia sanitaria y alimentaria.
En este escenario de tensión política, el Senado se prepara para votar el principal objetivo legislativo de Trump en los próximos días. Si logran aprobarlo, la Cámara de Representantes estaría lista para darle la aprobación final, enviándolo al escritorio de Trump para su firma y posterior conversión en ley.


