El impacto de la estabilidad de los precios de la gasolina en México
El gobierno mexicano ha implementado estrategias para mantener los precios de la gasolina por debajo de la inflación. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante la presidencia de López Obrador, los precios de la gasolina Magna y Premium aumentaron 22.52% y 21.20%, respectivamente, de diciembre de 2018 a septiembre de 2024. A pesar de estos incrementos, se mantuvieron por debajo de la inflación acumulada en el mismo periodo, que fue del 32.09%.
En comparación, en administraciones pasadas como la de Enrique Peña Nieto, el precio de la gasolina regular aumentó 80.87%, por encima de la inflación acumulada en su sexenio (37.09%). Mientras que en el sexenio de Felipe Calderón, la gasolina Magna subió 58.43% frente a una inflación del 28.22%.
Para contener los precios de los combustibles, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha reducido la cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se cobra en los precios finales en las estaciones. Estas medidas buscan reducir la volatilidad en los precios de la gasolina, especialmente ante los cambios en el precio internacional del crudo.
En algunos casos, como en 2022, el gobierno también ha implementado mecanismos complementarios, como la devolución de IEPS a los importadores de combustibles, para hacer frente a crisis energéticas internacionales. A pesar de que estos descuentos representan una renuncia recaudatoria para el gobierno, evitan aumentos bruscos en los precios de los energéticos en México.
En lo que va del gobierno actual, no se han otorgado descuentos al IEPS de la gasolina Premium, y la Magna ha recibido pequeños estímulos fiscales. La recaudación por este concepto ha sido importante, superando incluso el total recaudado en 2023. Estas medidas fiscales buscan mantener la estabilidad en los precios de los combustibles y garantizar un equilibrio en las finanzas públicas.
