Huelga de puertos en Estados Unidos pone en riesgo la llegada de Santa Claus
La huelga de los trabajadores portuarios en Estados Unidos genera preocupación
La huelga del sindicato Asociación Internacional de Estibadores (ILA, por su sigla en inglés) en Estados Unidos ha causado un bloqueo en el envío de mercancías que va desde alimentos hasta automóviles, afectando a docenas de puertos desde Maine hasta Texas. Esta situación ha generado preocupación entre quienes dependen de los envíos, ya que temen que la interrupción pueda prolongarse y costar a la economía miles de millones de dólares al día.
El presidente Joe Biden ha estado presionando a los empleadores portuarios estadounidenses para que aumenten su oferta y lograr un acuerdo con los trabajadores portuarios para poner fin a la huelga. Biden ha expresado su frustración ante las ganancias significativas que los propietarios han obtenido durante la pandemia, mientras que los trabajadores portuarios luchan por mejores condiciones laborales.
Los economistas han señalado que, aunque la huelga no aumentará inicialmente los precios al consumidor debido a los envíos acelerados en los últimos meses, una paralización prolongada eventualmente tendrá repercusiones. Empresas como Conagra han tomado medidas preventivas comprando ingredientes con antelación y trabajando estrechamente con proveedores para mitigar los efectos de la huelga en la cadena de suministro.
La ILA, que representa a 45,000 trabajadores portuarios, busca un aumento salarial significativo y protecciones contra la automatización que amenaza los empleos sindicales. Su líder, Harold Daggett, ha declarado que están dispuestos a luchar todo el tiempo que sea necesario para lograr sus demandas.
El Gobierno de Biden ha instado a la United States Maritime Alliance (USMX) a ofrecer un trato más favorable a los trabajadores portuarios, argumentando que su contribución a la economía merece un contrato justo. A pesar de la preocupación por posibles especulaciones de precios, Biden ha enfatizado que no intervendrá para poner fin a la huelga.
La huelga, la primera de esta magnitud desde 1977, afecta a 36 puertos en Estados Unidos y podría costar a la economía aproximadamente 5,000 millones de dólares al día, según estimaciones de analistas. La incertidumbre persiste mientras se espera que las negociaciones entre el sindicato y los empleadores continúen en busca de una solución que beneficie a ambas partes y evite mayores repercusiones en la economía.
