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Desafíos del nearshoring: México busca reducir importaciones de Asia, según expertos.

Las importaciones de México desde Asia siguen en aumento, alcanzando los 141,219 millones de dólares en los primeros siete meses del año, lo que representa un incremento del 10.6% en comparación con el mismo período del 2023, según datos de Banxico.

China, en particular, ha sido el principal socio comercial de México en Asia, representando el 51% de las importaciones con un total de 72,512 millones de dólares, lo que refleja un aumento del 13.5%. Sin embargo, las exportaciones de México a China en el mismo período solo sumaron 5,592 millones de dólares, generando un déficit comercial de 66,920 millones de dólares.

Ante esta preocupante situación, figuras clave en el ámbito económico como Marcelo Ebrard y Altagracia Gómez han mencionado la importancia del nearshoring en la sustitución de importaciones. No obstante, expertos advierten que se necesita un plan más estructurado y a largo plazo para lograr dicho objetivo.

El éxito económico de China se remonta a 1979, con la implementación de un modelo que priorizaba la desregulación burocrática y la apertura de los sistemas financieros y comerciales. En contraste, México ha dependido durante años de las importaciones en lugar de fomentar la producción nacional.

Eduardo Castañeda, especialista en comercio internacional, enfatiza que la sustitución de importaciones no es una tarea sencilla y requiere de un enfoque estratégico a largo plazo. Además, la disposición del T-MEC limita las relaciones comerciales de México con países que no pertenecen a un mercado libre, lo cual supone un obstáculo para establecer vínculos con China.

Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM, coincide en que la sustitución de importaciones de China en el corto plazo es poco viable, dada la dependencia de México en sectores clave como la electrónica, las autopartes y las telecomunicaciones.

En resumen, la propuesta de México de reducir sus importaciones de Asia, especialmente de China, responde en parte a las presiones de Estados Unidos en su estrategia anti-China. No obstante, esta medida plantea desafíos para sectores como la industria automotriz, que se verían afectados por la disminución de las importaciones chinas que contribuyen significativamente a las cadenas de valor del país.

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