El ascenso de México: cómo arrebató a China el liderazgo de exportaciones a Estados Unidos
El comercio entre México y Estados Unidos ha experimentado un notable crecimiento en los primeros cinco meses del año 2025. Según datos de la Oficina del Censo, las importaciones de bienes mexicanos por parte de Estados Unidos alcanzaron los 219,510 millones de dólares, superando significativamente las compras a China, que sumaron 148,530 millones en el mismo periodo. Esta diferencia de 70,980 millones de dólares refleja un aumento en la preferencia por productos mexicanos en el mercado estadounidense, con una participación del 14.6%, frente al 9.9% de China.
Estados Unidos ha fortalecido su relación comercial con México, que se ha convertido en su principal proveedor, con compras que alcanzaron los 46,342 millones de dólares en mayo. En contraste, las importaciones desde China han caído a niveles históricamente bajos en las últimas dos décadas, llegando apenas a los 20,494 millones. Este reacomodo en el comercio global refleja una tendencia de preferencia por productos mexicanos en detrimento de los chinos.
La política trumpista ha impuesto nuevas barreras comerciales, especialmente contra China, con aranceles que llegaron a alcanzar el 145%. Aunque un acuerdo posterior redujo esta carga a un 55%, la incertidumbre persiste y podría reactivarse el ciclo de aranceles recíprocos. Por otro lado, México opera bajo las reglas del T-MEC, con aranceles del 25% para productos que no cumplan con los requisitos del tratado.
En medio de estos cambios, China ha logrado infiltrarse en las exportaciones mexicanas a través de la presencia de insumos, tecnologías y componentes chinos en productos mexicanos exportados a Estados Unidos. Empresas como General Motors, Ford e IBM ensamblan sus productos en México con piezas chinas, lo que ha despertado preocupaciones en Washington sobre la dependencia del valor agregado chino en las exportaciones mexicanas.
El experto Enrique Dussel Peters destaca que China aporta un 7.5% del valor agregado en las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, lo que evidencia la necesidad de vigilar y regular esta presencia china en el comercio mexicano. México se encuentra en una posición estratégica como centro de intercambio en estas nuevas relaciones triangulares, pero debe ser cuidadoso para no convertirse en una puerta trasera del valor agregado chino en el mercado estadounidense.


