El impacto del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China en México: Beneficios y desafíos
México se posiciona como un actor central en el escenario mundial de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China. La reciente tregua arancelaria entre las dos potencias brinda al país la oportunidad de convertirse en un puente estratégico entre ambas economías, aprovechando al máximo esta coyuntura.
Según datos de Banxico y la Secretaría de Economía, en 2024 el comercio bilateral entre México y China superó los 139,000 millones de dólares, con una inversión directa del gigante asiático que rebasó los 2,700 millones en territorio mexicano. Por otro lado, el intercambio comercial entre México y Estados Unidos alcanzó los 763,460 millones de dólares, con un 67% correspondiente a exportaciones.
La tregua arancelaria ofrece un entorno de mayor previsibilidad para las empresas globales, lo que facilita la planificación a mediano plazo de proyectos de inversión y cadenas de suministro. Esto beneficia indirectamente a México como socio confiable de ambas naciones, gracias a su estabilidad macroeconómica y a su creciente conexión con Asia.
No obstante, la Cámara de Comercio y Tecnología México China advierte sobre el desafío que representa la posible reactivación de las exportaciones chinas hacia Estados Unidos, lo que implicaría una mayor competencia para México. El país debe enfocarse en mantener su atractivo a través de la innovación, los encadenamientos productivos y la colaboración tecnológica, buscando complementar a China en lugar de sustituirla.
En este sentido, es fundamental que México transite hacia una economía de valor agregado y acelere las reformas regulatorias, así como mejore su infraestructura para no perder competitividad. La falta de una política clara hacia China en sectores como infraestructura, educación, turismo e inversión representa un riesgo para México en un escenario de incertidumbre.
La tregua comercial entre Estados Unidos y China, si bien es un avance positivo, debe ser abordada con cautela. La falta de una estrategia industrial clara podría limitar la capacidad de México para sostener su papel en las cadenas globales de valor. Es necesario diseñar una política de nuevas relaciones triangulares que permita a México no quedar atrapado entre dos potencias sin voz propia.


