La Unidad de Inteligencia Financiera opera con su presupuesto más bajo en una década
El presupuesto de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha experimentado una disminución significativa para el año 2025, en comparación con el año anterior. Con recursos por un total de 163.5 millones de pesos, representando apenas el 0.69% del gasto total de la Secretaría de Hacienda, la UIF enfrenta un panorama de escasez de fondos.
Esta reducción presupuestaria se enmarca dentro de un recorte general al presupuesto de la SHCP, que ha pasado de 28,320 millones de pesos a 26,732 millones. Esta medida responde a la política de austeridad en el sector público y al objetivo de reducir el déficit fiscal a través de recortes al gasto público.
La UIF, equiparable al FinCEN de Estados Unidos, se enfrenta a un escenario de menor capacidad operativa para llevar a cabo sus funciones de prevención y combate del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita y financiamiento al terrorismo. Con el 19.5% de sus recursos destinados al gasto de operación y el 80.5% al pago de servicios personales, la UIF se ve limitada en su capacidad de respuesta frente a redes criminales sofisticadas.
Además, esta reducción presupuestaria coincide con la evaluación que realizará el Grupo de Acción Financiera (GAFI) a la normatividad mexicana en materia de prevención del lavado de dinero y financiamiento al terrorismo. En un contexto donde el gobierno de Estados Unidos ha designado a los cárteles de la droga mexicanos como grupos terroristas y ha señalado a diversas instituciones financieras mexicanas por lavado de dinero, la falta de recursos para la UIF plantea un desafío en la lucha contra el crimen organizado.
Según Christopher Cernichiaro, investigador posdoctoral de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), esta reducción presupuestaria tiene implicaciones operativas, diplomáticas y presupuestales. Menos recursos para la UIF significan una menor capacidad para procesar información, llevar a cabo investigaciones y colaborar con otras agencias nacionales e internacionales, lo que puede debilitar los esfuerzos en el combate contra el crimen organizado.
En un momento donde la cooperación internacional en seguridad financiera es fundamental, la falta de recursos para la UIF puede enviar una señal preocupante a inversionistas y debilitar los incentivos para invertir en México. Es necesario que las autoridades consideren el impacto de estos recortes presupuestarios en la capacidad de las instituciones de seguridad financiera para cumplir con su mandato y combatir eficazmente el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo.
