El freno de la inversión industrial extranjera en México: ¿Cuál es la razón?
La inversión extranjera en la industria mexicana se ha visto frenada en los últimos tiempos, con cifras alarmantes en sectores clave como manufacturas, minería, electricidad, agua y construcción. Según un informe del Banco de México, estos pilares de la industria han reportado retrocesos significativos, siendo la construcción el sector más afectado con una caída del 207%.
La incertidumbre generada por las amenazas arancelarias provenientes de Washington ha provocado que muchas empresas extranjeras detengan sus proyectos de relocalización en México. La desconfianza en el ambiente de negocios ha llevado a que la mayoría de estas compañías prefieran esperar a que se resuelvan las negociaciones entre gobiernos antes de comprometerse con inversiones en territorio mexicano.
Este freno en la inversión se ha sentido en todo el país, según el reporte de Banxico sobre las economías regionales del primer trimestre. Los directivos enfrentan un entorno cargado de incertidumbre, principalmente por el riesgo de aranceles impuestos por Estados Unidos sobre productos mexicanos. Esto ha reducido la demanda de servicios de construcción, especialmente por parte de sectores productivos directamente afectados por las barreras comerciales.
El impacto negativo se ha extendido a los desarrolladores privados, que han mostrado cautela en la toma de decisiones debido al entorno inestable. Varios proyectos industriales se encuentran en pausa, lo que ha afectado la construcción de naves destinadas al sector manufacturero exportador en un momento en que la demanda internacional requería más espacio para operaciones.
A pesar de los esfuerzos de algunos estados por mantener el ritmo con proyectos habitacionales, comerciales e industriales, la caída en la inversión estructural no se ha revertido. La falta de suministro eléctrico suficiente en algunas regiones ha impedido la llegada de nuevas inversiones, así como la expansión de empresas que buscaban crecer en medio del nearshoring.
La manufactura, la electricidad y el agua, sectores clave para la integración comercial con Estados Unidos, han sufrido un duro golpe. A pesar de un inicio prometedor en términos de inversión extranjera directa, el panorama se ha oscurecido con una caída del 21% en el flujo total de capital, demostrando el impacto de las amenazas comerciales de Trump.
Mientras que la IED industrial ha sido la más afectada, algunos rubros de servicios han mostrado un dinamismo inesperado. Los servicios corporativos y de apoyo a negocios han experimentado un crecimiento significativo, actuando como válvulas de escape frente al retroceso industrial. Sin embargo, estos sectores no han sido suficientes para revertir la caída general en la inversión.
